XVIII Memorial David Montenegro. Lo bueno y lo malo.

Otro año más, y por segunda vez consecutiva (no se yo si habrá una tercera) me presentaba en El Escorial para participar en la prueba valedera para la Copa de España Master 30 y Senior.

Se salía desde la misma plaza, aunque desde un bar distinto, a la misma hora y con el mismo recorrido que el año pasado. Se salió igual de rápido. Los mismos tíos, que parecían venir del mismo lugar de veraneo porque estaban todos igual de morenos y...  y yo peté en el mismo sitio. Las Canteras resultaron ser una barrera infranqueable para muchos.

Perfil totalmente "casi" llano.

Con este perfil y viendo como iba transcurriendo la carrera, con una escapada importante, el grupo se lo tomó con calma y me hizo albergar grandes esperanzas de llegar "lejos" en el paquete. Pensaba que la frescura que llevaba y mi buena posición al inicio de Las Canteras, me permitiría coronar el PM en el grupo y después, pues ya se vería.
Como siempre, hasta pie de Las Canteras la velocidad es altísima, todo para abajo y muchos intentos de fuga. Uno de esos intentos cuajó y abrió hueco. Hablando con Raúl Tortonda, este me decía que pintaba mal la cosa. En esa escapada se había metido gente buena y atrás sus equipos, buenos también, evidentemente no se asomaban por la cabeza. Y si lo hacían era para controlar. Estaban cogiendo mucho tiempo. O al menos, lo parecía.


Mientras tanto, Joaquín Calderón me decía por su parte "que poquito me gusta este ritmoooooo". Y es que eso de ir tan tranquilos justo antes de una subida... no es buena señal. No lo es.

Ya podían haber sido los últimos 5 kilómetros. Sin embargo eran los  5 primeros.

Y como no lo era, pues pasó lo que tenía que pasar. Empezamos Las Canteras al sprint. Pero a mitad de PM seguíamos al sprint, y los primeros coronaron al sprint, los del medio, rápido, y de ahí para atrás, lo fuimos coronando en un indice de petación de menos a más. Yo subí marcándome una minisesión de Beat Box, como podéis ver en la foto, en la que me acompaña mi buen amigo Javiatlético, que iba bailando y moviendo la cabeza al ritmo de los graves. Luego me contó que ya venía bailando desde la escapada, en la que se metió valientemente.

Cara de absoluta felicidad, la mía.

Con este panorama llegamos a Navalagamella, vi un cartel a la derecha que ponía Robledo de Chavela y ras sopesarlo 0,3 segundos, me desvié del itinerario de la carrera y me fui para allá. Como esa zona no la conozco muy bien, pensé que tendría que subir Cruz Verde, pero me encontré con Joaquín Calderón y me convenció para ir a ver el paso de los corredores por el Almojón.

Desde ahí, nos esperamos a una grupeta de descolgados y nos fuimos con ellos hasta El Escorial. Curiosamente, la grupeta tenia una calidad tremenda con corredores realmente buenos, lo que refleja la dureza de esta carrera. Si ellos no pudieron seguir el ritmo... "ande" voy yo!


Analizando lo mejor y lo peor la de carrera:

-Lo bueno: carrera muy bonita y prestigiosa.
-Lo  malo: bonita si vas en coche. Prestigiosa para el que gana. Yo ni iba en coche ni gané.

-Lo  bueno: Que no me dio tiempo a cansarme mucho.
-Lo  malo: que no la acabé.

- Lo  bueno: que los primeros 45 minutos iba como una lechuga.
- Lo  malo: que eran cuesta abajo y cuando llegó la subida no podía con mi alma.

- Lo  bueno: descubrí que las latas de cola del DIA están tan buenas como las Coca Cola y son mas baratas (era lo que había en META)
- Lo malo: que si me descuido, me toca chupar las latas de los primeros.


Haciendo balance, resulta que lo peor no es tan malo; aunque lo mejor, tampoco es tan bueno.

Ya veré si vuelvo. Tengo un año para pensarlo.
No sé. Cada vez veo menos sentido correr estas carreras. Pero es que al final, la cabra tira al monte....


Saludos.