lunes, 25 de marzo de 2013

Bargas Speed. La carrera vecina.


...Me dijeron "Perico, hay carrera en Bargas. Este año, como has entrenado más y conoces muy bien la zona, sabrás donde atacar, páharo!"
Ya vesssss!!!!!


La cuadrilla del horror nos juntamos para la foto y para charlar un rato antes de salir. Decidimos salir lo mejor posible. Todos sonriendo, afeitados y con el maillot bien estirado. Después cada uno hicimos lo que nos salió de los huevos. (Hablo de la foto, claro)

Foto de Erika Queipo, Esteve. La dejamos mi móvil para que nos retratara pero me quedé sin carrete y nos tiró esta con su cámara. Por lo visto tiene no se que historias de tarjeta de memoria y no usa negativos... en serio!



Tercera carrera y otra vez todo el mundo mirando al cielo. Unos pensando en el Papa y otros pensando en como meter la bici a casa con toda la mierda que se acumula cuando llueve. En mi caso, como papa tengo desde que nací, me preocupaba más por la bici. Menudo marrón en casa después de Pepino...
Al final no cayó ni una gota. Solo sudor. Nos mojamos más calentando que en carrera. ¿Por qué? Pues fácil. Si en la F1 todos van por la misma trazada para aprovecharse del asfalto seco, nosotros no seríamos menos y decidimos por unanimidad hacer la primera vuelta como los bólidos motorizados. En fila india, por lo seco, y a todo lo que da el motor.


Dicen las malas lenguas que la primera vuelta se completó a una media de mas de 45km/h. Yo no lo puedo corroborar. ¿Sabéis por qué? Exacto. Mi Polar y yo tenemos nuestras diferencias y ya no me da ningún dato. A penas me da la hora. No nos hablamos, así que he decidido que lo mejor será que cada uno tire por su lado. El Polar lo tiraré a la basura y yo tiraré hacia JADY BIKE donde mi gran amigo Jose Antonio me presentará a un nuevo compañero (suena un poco floro, lo sé). Garmin Edge 500. 



En la primera vuelta y en los primeros kilómetros, circulaba bien colocado y vi que unos metros por delante se estaba formando un grupo un tanto numeroso que intentaba destacarse y se estaba metiendo gente de casi todos los equipos, así que probé fortuna. Sabía que era muy pronto, pero siendo tan grande y con gente de todos los equipos, quizá pudiéramos abrir hueco y mantenernos unos cuantos kilómetros escapados. De momento eso es a lo que aspiramos muchos corredores en esta categoría, pero después de remar un poco para alcanzarlos, miré para atrás y venía el paquete enfiladísimo y muy muy deprisa. Casi mejor, porque si tengo que pasar un relevo tal y como llegué al grupo... habría durado eso, un relevo.

Al primer paso por Bargas el paquete ya se había reducido considerablemente. El ritmo era muy alto y además muy sostenido. Las subidas eran un alivio.

Nuestro Ciclo Speed, Víctor Taborcía, es absorbido por el paquete tras intentar (y conseguir) inmolarse. Foto: Daniel Valladolid, Salchi. Otro con cámara moderna. De sin carrete.


La segunda vuelta la recuerdo algo más "tranquila". Incluso me permití el lujazo de pedirle una foto a Daniel Valladolid, del Salchi. Muy amable se sacó la cámara del bolsillo y me sacó así de sonriente y guapo.

Sonríe pero agárrate al manillar. Insensato!! Foto: Daniel Valladolid, Salchi.


Cerrando la segunda vuelta para empezar la tercera , el ritmó se volvió a acelerar mucho. Ahora el aire empezaba a aparecer y el paso por Bargas se hizo de a uno y desde ahí hasta el cruce de Yunclillos se desmoronó la cabeza de carrera con el aire entrando por la izquierda. La gente se empezó a abrir y para cerrar esos huecos había que dar un plus. Yo di tres pluses de esos, pero al cuarto me tuve que apartar un poco a la izquierda con la suerte de que venía detrás un grupo grande que se había cortado un poco en las rotondas. Rápidamente recortamos esos 5 o 10 metros y pudimos echar mano a los bolsillos buscando un gel. Yo de los nervios estrujé el mando del coche hasta que me di cuenta que el litio de las pilas poco me iba a hacer.

Foto: Daniel Valladolid, Salchi.

Ya solo quedaba la tercera subida a Bargas con susto en forma de caída incluida, que vi en vivo y en directo a penas 3 puestos por delante de mi, y la recta de meta, en subida, donde otro corredor daría otro susto muy cerca del bordillo izquierdo.

En resumen, una carrera fácil desde el papel que, como siempre, algunos corredores se empeñan en hacerla difícil. Siempre con las prisas, joder!! Como nos aprietan las tabas en casa, eh! "Hoy prontito en casa que hay arroz"


Bueno, nos vemos en otra, verdad??


Saludosssssss.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Montecarmelo Vs Pepino. 3, 2, 1... DEBUTAMOS!

Montecarmelo

- ... hey, hey, para, para, para. 
- Qué pasa?
- Que me he quedao.
- No puede ser, si aun no hemos dado una vuelta entera!
- Ya, por eso. Pa que voy a ir pa allá si después hay que volver pa acá y así tres veces? Si es que es una tontá!
- Tenías razón en ESTA ENTRADA. Parece mentira con lo todo que entrenas... so matao!

En plena petación. Foto de Alfonso Blanco.

4 Horas antes...
Toda la santa noche lloviendo. Oía el agua golpear los cristales de la ventana y un zumbido ensordecedor me despertó a las 7 de la mañana. El Oasis of the Seas (el mayor crucero del mundo) pasaba por el arroyo Sauceras de Fuensalida hacia el Mar Guadarrama para conectar posteriormente con el Oceano Tajo. Otrora solamente eran ríos de la Península Ibérica... 

Me planteaba si acudir a Montecarmelo en coche o en yate y, como yate no tengo, ya te digo que me tocó ir en coche. Si un gordo de 69kg como yo flota en la piscina con un neumático de un Renault 5, no se hundirá mi coche con 4 ruedacas de 15" más la de repuesto y las dos de la bici, ¿ no?

El caso, (y esto es tan cierto como que no gané porque no quise), es que hubo momentos en la carretera conduciendo que pasé realmente miedo. Caía tal cantidad de agua a la altura de Navalcarnero que el coche flotaba de verdad. Tenía totalmente claro que no iba a salir a correr. Convencidísimo. Pero había quedado con los compañeros de equipo y ese compromiso había que cumplirlo. Además era el día del reparto de licencias y dorsales.

Muy buenos compañeros, muy buena gente, muy guays y muy tal. Pero me hicieron sentir un mierda!! Aun seguía chispeando cuando les suelto "yo paso de correr"  y me dicen "anda, so atontao, vete cambiando que aquí se viene a correr". Que les vas a decir... "ya joder, si era de broma...!!" A todo esto llega Forrest empapado que ha venido desde casa CALENTANDO! No sé donde vive, pero llegó chorrenadito.

En fin, que al final dejó de llover y hasta salió el Sol y mientras salían los Senior; 40 y 50, me fui cambiando y haciendo un poco el tonto nos dio la hora de salir, sin calentar a penas.

Salida neutralizada, se suelta la carrera, voy remontando posiciones y antes de coronar la ligera subida de ida alguien ataca y le responden varios corredores. Me siento muy bien y salgo. El paquete se estira y no se abre ningún hueco. Me encuentro muy bien. Bajamos y veo que la subida es larguita. Hacemos la rotonda, encaramos la subida y me noto muy suelto. Voy superando a gente que lo pasa un poco regular, pero... cuando queda poco para coronar empiezo a sentir las piernas muy endurecidas y doloridas. Me pongo de pie y veo las estrellas, me siento y no puedo mover el desarrollo, subo una corona y la cadencia se me antoja muy alta, me empiezan a pasar por la derecha e izquierda y... ya. Se acabó mi carrera.

Ha sido todo muy raro. Los test que había hecho las últimas semanas eran positivos y no me cuadran estas sensaciones tan malas. Lo achaco a un escasísimo calentamiento y no le doy más vueltas. Al circuito sí le daría otra vuelta más con otros dos corredores, pero ya con la cabeza pensando en Pepino.

En meta me junto con mis compañeros e intento disfrutar del momento. Otra vez se dará mejor...

Tuve que poner cara de lelo para no hacer un "feo" a Víctor.


Pepino

Genial. No cae ni una gota de agua!! Tanto miedo y tanta tontería. Estos del tiempo cada vez lo hacen peor. Y anda que no tienen medios hoy día! Que falle mi padre que prevé a 10 días vista dependiendo de sus dolores... pase. ¿¿¿Pero estos??? Pa matarlos!

Quedo en Santa Cruz del Retamar con Antonio y Andrea, ambos del Getafe (Andrea es italiano, no es una chica) y el bueno de Antonio me lleva el culotte pillado con la ventanilla de la C15, por fuera, para que se seque la badana. Joder, macho, ¿no será mejor meterla dentro y arrimarlo a la tobera de la calefacción? Vale que yo trabaje en un taller de coches y esté más familiarizado con los "extras", pero macho, tu también curras en uno! Y desde hace más tiempo, que eres M40!

Charla que te charla, me dice Andrea "yo no conozco el Piélago" y le digo "¿ves aquello que no se ve? Si, lo que está debajo de las nubes negras. Eso es el Piélago"

Llegamos a Pepino, hacemos la inscripción, nos ponemos el dorsal A LA DERECHA (en Bargas nos tocó a la izquierda, pero eso lo dejo para otro día), calentamos (otra vez poco, pero esta vez es menos importante, creo) y rápidamente nos ponemos en la línea de salida.

Se da el pitido y este año no se sale neutralizado. Creo que es un acierto porque en esta carrera siempre suele haber muchos nervios y muchos frenazos en la neutralizada. Se sale muy deprisa. No se como de deprisa porque el Polar ya no me ofrece ningún dato. Solo cadencia y tiempo.

Pronto se empiezan a formar los primeros grupitos pequeños que a la postre sería la escapada del día y se me hace muy rápida la llegada al repecho de Castillo de Bayuela. Reconozco que tenía un poco de miedo visto lo que pasó el día anterior. Aunque es cortito, tiene un porcentaje que no te perdona un mal momento. Pero lo pasé muy bien. Bien colocado y con buena cadencia.


Por la parte derecha de la foto se me ve un cacho de cabeza. Foto Eduardo Roldán.

Pasado esta primera criba, el objetivo era claro. Sobrevivir y llegar lo más lejos posible. Poco a poco íbamos devorando kilómetros a la vez que nos adentrábamos a la sombra de las nubes negras que se veían desde la carretera dos horas antes y que ahí seguían. Chubascos intermitentes que incomodaban bastante y que, junto a la baja temperatura, empezaban a hacer mella en muchos corredores. Si a eso le sumamos lo que ya todos sabemos, el temido cruce a izquierdas que nos lleva a los altos de Pelahustán... el resultado es que estamos entrando en el infierno!
Ahí el ritmo se subió un puntito más y el ya reducido pelotón se mermaba otro poquito. Y en ese grupito me mantenía aun, todavía con buenas piernas y en los momentos de calma, mientras comía y bebía, pensaba en que había pasado el día anterior.

Pasado Pelahustán y tras coger el cruce a izquierdas, se puede decir tranquilamente que empieza el propio puerto. Hay un par de rampas importantes y los descansos son insignificantes. Tuve que darlo todo, o casi todo, para poder seguir en el grupo hasta que, después de la gasolinera (desde aquí agradecer al colega que me echó de la carretera y me hizo echar pie a tierra quedando el último del grupo) decidí buscar mi ritmo para coronar dignamente y guardar fuerzas para lo que aun quedaba.

El Piélago. Un puerto para disfrutar... Foto Eduardo Roldán.


Las nubes aun nos guardaban lo mejor en forma de granizada a un par de kilómetros de coronar y la bajada estaba muy peligrosa. Exprimí mi buen conocimiento del puerto para no arriesgar en las zonas peligrosas y recuperar posiciones en las zonas más favorables. De este modo pude contactar con un grupito que circulaba delante de mi, al que se debieron añadir más corredores, llegando a meta un buen número de ciclistas, según la clasificación. 

Una vez cruzada la meta, paré a charlar con Javier, compañero de equipo que no pudo acabar la prueba y me quedé literalmente helado. Me tuvo que llevar a su coche y poner en marcha la calefacción para entrar en calor hasta que llegó Antonio apenas un par de minutos después. Lo que más me duele no es el frío, sino que los del tiempo tenían razón!!!


Al final conseguí arreglar un poco el fin de semana después de un debut un poco decepcionante en Montecarmelo. No es que Pepino se haya dado super, pero es, quizá, la carrera más dura de la temporada en la zona centro y el tiempo la endureció un poco más todavía. Acabar ya es un triunfo. 

Saludos a todos.

lunes, 4 de marzo de 2013

En Febrero, un día malo y otro bueno.



Nos hemos cargado el mes de Febrero, así, como quien no quiere la cosa. Un mes que me ha hecho pasar casi más frío que Diciembre o Enero, pese a que la temperatura tiende a suavizar (exceptuando este frío polar con su ola de nieve y tal...)

Digo que he pasado frío porque, como bien dice el refrán, tan pronto te sale un día cojonudo como al siguiente se tuerce sin esperarlo, y eso entre semana me genera un problema. Salgo desde el trabajo a entrenar, por la tarde, y preparo la ropa el día de antes en casa. Dependiendo de como haya sido ese día, así preparo el petate para el siguiente y ha habido veces que me he columpiado y he traído ropa primaveral y después, cuando ya se ha escondido el Sol y aun estoy dando pedales, me he arrepentido. Es algo parecido a ahorrar al hacer la compra. Si vas a comprar con el estómago vacío llenas el carro. Si vas a comprar nada más comerte un cocido Lebaniego y un churrasco con patatas un arroz con leche y un café... no comprarás nada más que papel higiénico... por lo que pueda pasar.

Aún así, con mis pies fríos, día sí y día no, el mes ha sido tan bueno como el pasado. He podido sacar mis ratos justos para las series los días más complicados y en los más propicios (Domingos) he hecho algo más de fondo.
Excepto el primer Domingo del mes, que hicimos la presentación del equipo, el resto han sido salidas largas y a ritmo exigente. De esas salidas que dice la gente aquello de "cuando el cuerpo lo asimile lo notarás". Bueno, a ver si llega ese momento porque lo único que asimilo y muy bien, son las siestas en el sofá y el dolor de piernas al día siguiente bajando las escaleras de casa, a lo Chiquito de la calzada, agarrado al pasamanos (no me digáis que no os suena porque no me lo creo)





Aunque tampoco nos vamos a quejar porque este mes de Marzo promete "asimilaciones y adaptaciones" mucho más dolorosas ya que empiezan las carreras. Y de qué forma! Marzo viene a tope. Tanto que debutamos el Sábado día 2 en Montecarmelo y repetiremos el Domingo día 3 en Pepino, por si no hemos asimilado bien los latigazos del día anterior en la circuitada. Habrá que sudar el maillot con los nuevos colores a defender.



Yo sólo espero que venga ya el buen tiempo y se me calienten los pies, que José Vicente Toribio me decía hace un par de domingos "verás como en este repecho se te calientan" y se sorprendía cuando le decía "mis pies ya no se calientan hasta la ducha". Así fue, así es y así será. Tengo un problema grande con eso. Y no sé como atajarlo.


Desde luego con el Sol de por las tardes no se me van a calentar...




Saludos a todos.